A poco más de un mes del comienzo de un nuevo año electoral, todo hace presumir que el reemplazante de Martín Farizano no saldrá de dos personas que trabajaron con él aunque transitan por carriles diferentes: Mariano Mansilla y Horacio “Pechi” Quiroga.
Si bien hay otros nombres que ocupan el espacio público y se instalaron en las paredes de la ciudad, pocos aparecerán formalmente en una boleta dentro del cuarto oscuro. Tal es el caso de Mercedes Lamarca, José Montecino y Darío Martínez, por nombrar algunos. Hasta me animaría a afirmar que el precnadidato por la UCR y presidente del Concejo Deliberante, Néstor Burgos, se ve fuera de la carrera por la intendencia.
En este juego, llama la atención la falta de fichas concretas del partido provincial que, a priori, muestra poco interés de cara a recuperar el principal municipio de Neuquén, tras perderlo hace más de una década. Hoy, sólo uno camina los barrios neuquinos: Omar Lorenzo, diputado por el sector petrolero. Aunque empiezan de a poco a asomar Rodolfo Laffite, secretario de Gestión y Contrataciones; Esther Ruiz, ministra de Hacienda, y José Brillo y Alicia Comelli, diputados nacionales.
Todo lo contrario ocurre con las figuras del ex secretario de Gobierno de esta gestión y actual presidente del bloque de Unión de los Neuquinos -segunda fuerza- en el Deliberante, Mariano Mansilla, y la del anterior mandatario capitalino Horacio “Pechi” Quiroga, quienes estarían dispuestos a “sacarse” los dientes para ocupar el sillón farizanista.
La herida que perdura en Quiroga luego de la derrota en las internas a gobernador por la UCR en manos del jefe comunal, hace pensar que irá por todo o nada. Y así lo aseguran desde sus sectores más cercanos, que confían en una victoria de “Pechi” y asienten que éste no piensa resignar nada ni se sentará a hablar con Farizano en busca de alianzas. “El corte que le produjo las internas fue profundo”, aclaran por lo bajo. Una muestra de ello es el proceso de afiliación a un partido nuevo que ya está en marcha, y que cuenta con el apoyo público del PRO en busca de las 600 firmas.
Esto hace pensar que la intendencia capitalina se disputará entre dos personas que supieron estar muy cerca de Farizano: el que lo instaló en el lugar que ocupa hoy, y quien vio una puerta e ingresó para tratar de llegar dónde desea desde hace tiempo estar.
Si bien hay otros nombres que ocupan el espacio público y se instalaron en las paredes de la ciudad, pocos aparecerán formalmente en una boleta dentro del cuarto oscuro. Tal es el caso de Mercedes Lamarca, José Montecino y Darío Martínez, por nombrar algunos. Hasta me animaría a afirmar que el precnadidato por la UCR y presidente del Concejo Deliberante, Néstor Burgos, se ve fuera de la carrera por la intendencia.
En este juego, llama la atención la falta de fichas concretas del partido provincial que, a priori, muestra poco interés de cara a recuperar el principal municipio de Neuquén, tras perderlo hace más de una década. Hoy, sólo uno camina los barrios neuquinos: Omar Lorenzo, diputado por el sector petrolero. Aunque empiezan de a poco a asomar Rodolfo Laffite, secretario de Gestión y Contrataciones; Esther Ruiz, ministra de Hacienda, y José Brillo y Alicia Comelli, diputados nacionales.
Todo lo contrario ocurre con las figuras del ex secretario de Gobierno de esta gestión y actual presidente del bloque de Unión de los Neuquinos -segunda fuerza- en el Deliberante, Mariano Mansilla, y la del anterior mandatario capitalino Horacio “Pechi” Quiroga, quienes estarían dispuestos a “sacarse” los dientes para ocupar el sillón farizanista.
La herida que perdura en Quiroga luego de la derrota en las internas a gobernador por la UCR en manos del jefe comunal, hace pensar que irá por todo o nada. Y así lo aseguran desde sus sectores más cercanos, que confían en una victoria de “Pechi” y asienten que éste no piensa resignar nada ni se sentará a hablar con Farizano en busca de alianzas. “El corte que le produjo las internas fue profundo”, aclaran por lo bajo. Una muestra de ello es el proceso de afiliación a un partido nuevo que ya está en marcha, y que cuenta con el apoyo público del PRO en busca de las 600 firmas.
Esto hace pensar que la intendencia capitalina se disputará entre dos personas que supieron estar muy cerca de Farizano: el que lo instaló en el lugar que ocupa hoy, y quien vio una puerta e ingresó para tratar de llegar dónde desea desde hace tiempo estar.
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